Blog

ACOMPAÑA A TU HIJO/A A VENCER SUS MIEDOS

vencer miedo niños niñas gabriela rangel Sínia Institut

La terapeuta Gabriela Rangel comparte algunas estrategias para acompañar los miedos de los niños/as:⁠

Miedo a personas desconocidas, a separarse de familiares cercanos, a monstruos o fantasmas, a la oscuridad, a ciertos animales; miedo a desastres naturales, a situaciones peligrosas que pudieran suceder, a no encajar en un grupo social, a empezar algo nuevo, a la posibilidad de salir mal en un examen, etc. 

Todos estos miedos pueden ser comunes en ciertos momentos de la etapa infantil y adolescencia. Acompañar a nuestrxs hijxs a reconocerlo, escucharlo, hablar de ello, lidiar con el miedo y vencerlo para lograr sus objetivos es una tarea fundamental.

¿Tiene algo de bueno el miedo?

Empecemos con entender el miedo. El miedo es una emoción que, como todas las emociones, tiene una función importante: nos ayuda (y sí, eso no quita que sea una emoción desagradable e incómoda). El miedo nos protege, nos cuida y nos ayuda a sobrevivir, nos prepara para tener cuidado ante peligros para los cuales aún no nos sentimos listos, y nos protege de aspectos que puedan dañar nuestro bienestar.

Es natural que los niños/as sientan miedos de vez en cuando. A pesar de que algunos miedos puedan parecer “irracionales”, la reacción fisiológica asociada al miedo ¡es muy real! Así que aprender y desarrollar estrategias para lidiar con el miedo es una lección de vida necesaria.

¿Cómo identifico que mi hijx está experimentando miedo?

Generalmente, cuando tenemos miedo, nuestro cuerpo “reacciona” para escapar eficazmente del peligro que se percibe. Podemos responder de tres maneras: huyendo, atacando o inmovilizando.

  • Huir: tratar de alejarse o evitar aquello que nos da miedo, buscar un lugar seguro.

  • Atacar: el miedo puede llevarnos a tener conductas de lucha (gritar, llorar, dar golpes, etc.) para defendernos de lo que percibimos como peligroso.

  • Bloqueo: ante posibilidad de peligro, el cuerpo y mente pueden paralizarse. Ejemplo: quedarse callado cuando hay muchas personas por miedo a ser evaluado.

Y cómo ofrezco calma?

Primero, recuerda que tienes que trabajar contigo mismo para escoger con qué emoción quieres acompañar ¿desde el miedo y la preocupación o desde la calma, la confianza y el amor?

  • Sé paciente y empático: escucha las necesidades de tu hijo/a y acompaña su emoción, respetando sus tiempos.
  • Evita juzgar la emoción o minimizarla, aunque te parezca una “tontería”, recuerda que para tu hijo/a es real (y físicamente su cuerpo lo está preparando para huir, atacar o bloquearse).
  • Identifica la intensidad de su miedo, si es muy elevada, sólo reconforta, da consuelo y calma.
  • Habla de su miedo de forma tranquila y reconfortante. Deja que le ponga nombre, que exprese el peligro percibido, responde sus preguntas. Mientras esto sucede, transmite confianza y seguridad en que, aunque es complejo, confías en que tendrá los recursos para hacerle frente.
  • Brinda oportunidades para expresar el miedo: hablar, escribir, dibujarlo, actuarlo.
  • Utiliza momentos agradables para hablar del miedo, por ejemplo, utiliza cuentos, videos, películas, juegos donde los personajes experimenten miedos, los superan y ponen en juego la valentía y la confianza. Aprender del miedo y maneras de lidiar ante este en momentos relajados y en otras personas, puede ayudar a entender el propio miedo.
  • Sé un modelo, comenta cómo tú también has tenido miedos y como los superaste. Pregunta qué podría ayudarle a sentirse mejor, hazlo participe y responsable de sus conductas para hacer frente al miedo. Exponlo poco a poco.
  • Hablad sobre emociones agradables que pueden acompañar al miedo: esperanza, confianza, seguridad, amor.
  • Elogia sus avances, acompáñalo a que salga de su zona de confort (a su ritmo) y ¡celébrenlo juntos!

I si el miedo persiste?

Si aún ofreciendo las condiciones y el espacio para superar el miedo, el miedo en tu hijo/a persiste, quizá sea momento de solicitar apoyo profesional. Esto es recomendado cuando:

  • el miedo se ha prolongado en el tiempo y en lugar de disminuir, va en aumento.
  • el temor genera un malestar significativo, lleva a conductas erráticas, de evasión, desorganizadas y desadaptativas.
  • la intensidad de la emoción impide el logro de objetivos y hay un deterioro en áreas fundamentales de su vida (social, escolar, individual).

En Sínia podemos acompañarte a acompañar a tu hijo/a a lidiar con sus miedos.

Gabriela Rangel, terapeuta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.