Aquí compartimos algunas propuestas:
- Observa el diálogo que tienes contigo mismo/a: ¿qué me digo?, ¿qué miro?
- Identifica ¿son pensamientos positivos o negativos?, ¿percibo esta situación como permanente o temporal?, ¿veo la situación como incapacitante y que daña toda mi vida?, ¿puedo hacer algo para sentirme mejor y/o cambiar la situación?
- Si identificas pensamientos negativos, trata de debatir su certeza:
- ¿esto que siento es realmente permanente o temporal?
- ¿toda mi vida es realmente terrible o también tengo otras áreas de mi vida que son agradables?
- ¿realmente no hay nada que pueda hacer para cambiar mi forma de sentir y afrontar la situación?
- Ten en cuenta que lo único que no cambia es que todo cambia: “Esto pasará”, “Hay otras áreas de la vida en las que soy/seré exitoso/a”, “si me esfuerzo, las cosas cambiarán”
- Enfócate más en el esfuerzo que en el resultado final.
- Recuerda momentos agradables y en los que ante adversidades hayas salido adelante.
- Visualiza el futuro que quieres vivir. Velo lo más nítido posible, imagina tu mejor versión, ¿cómo es?, ¿qué necesitas para caminar hacia allí?
Un paso a la vez, las dificultades aparecen, pero siempre hay una forma de aceptar, comprender, avanzar y trascender. TRASCENDER = transitar para ascender. Confía en ti, pide apoyo si lo necesitas, amplia tu mirada, recuerda que continúas y continuarás siendo el líder de tus pensamientos, emociones y comportamientos, toma el timón. Lo que elijas y cómo respondas marcará la diferencia.
Eventualmente, todo pasa y todo pasará, ¿cómo quieres salir de ello y entrar al siguiente camino? tu esfuerzo marca la diferencia.
Gabriela Rangel, psicóloga y psicoterapeuta
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