Blog

REDEFINIENDO LAS ADVERSIDADES: EL ARTE DE EJERCITAR EL OPTIMISMO

Optimismo - Sínia Institut

Ni esto arruina todo.
Ni esto durará por siempre.
Y mi esfuerzo marca la diferencia. 

Cuando nos encontramos en situaciones retadoras, adversas y complicadas nuestra visión tiende a centrarse, miramos las dificultades y desatendemos las oportunidades, y puede que el optimismo disminuya. 

El optimismo no significa pretender que todo está bien y sonreír, significa observar la realidad, reconocer que todo está en constante movimiento y que yo soy agente activo de cambio. Quizá habrá momentos en que no encontremos el camino para lograr lo que deseamos o no sepamos como salir de algo que no deseábamos y nos resulta doloroso, y es aquí donde el optimismo puede convertirse en un gran aliado. 

El optimismo es algo que se aprende, se practica y se ejercita, es poder mirar tanto la realidad actual como ver un poco más allá de ésta cuando hay momentos complejos. Es saber que, “aunque no se por donde empezar, hay un camino que descubriré, encontraré y saldré adelante”. Y ese camino me llevará a donde necesito transitar para llegar a donde quiero. El optimismo es amigo de la esperanza y la confianza.

Diversos investigadores han estudiado por años los beneficios de practicar el optimismo y han encontrado impactos en el área emocional, social, conductual, cognitiva, fisiológica y espiritual. Algunos de los beneficios relacionados con el auténtico optimismo son:

  • Relaciones sociales satisfactorias, empáticas y de colaboración. 
  • Reduce el estrés y promueve un mejor manejo del mismo.
  • Promueve una buena salud física, mejora el sistema inmunológico, mejora resultados de salud ante alguna enfermedad y aumenta la tasa de recuperación (p.ej. cáncer), entre otros. 
  • Logro de objetivos y percepción de ser exitoso/a.
  • Ante “fracasos”, el optimismo ayuda a no rendirse y persistir, darle la vuelta al “fracaso” y transformarlo en aprendizaje que ayuda a caminar al logro o re-enfocar el camino. 
  • Mejor salud emocional y adecuada gestión emocional. Por ejemplo, las personas con depresión y/o ansiedad que fueron acompañadas y entrenadas para practicar el optimismo, mostraron una mejoría significativa y mayor efectividad ante futuros contratiempos.
  • Visión de uno mismo positiva, autoconfianza, amor propio incondicional e ideas de eficacia. 
  • Mejor calidad de vida y longevidad (vivir por más tiempo y en adecuadas condiciones). 
  • Vida espiritual satisfactoria: hay coherencia con el sentido de vida, propósito y conexión. 

Gabriela Rangel, psicóloga y psicoterapeuta.

¿Te ha inspirado este artículo? Puedes compartir tus reflexiones dejando un comentario en el blog o en las redes sociales de Sínia: @sinia_institutbenestar

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà.