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TOMANDO EL SOL

Ha llegado el verano y le acompaña no solo el sol y el calor sino también la locura de una parte de la población por ir a la playa, a la piscina o al balcón mismo para ser el rey de la piel tostada. Veremos este año cómo se desarrolla la ocupación de espacio público para poder tomar el sol. No podemos olvidarnos de ciertas cosas.

Protección solar - Sínia Institut

Primero de todo hay que tener en cuenta que hay muchos tipos de piel y de persona. No pasa nada por tener la piel blanca y que no haya manera de que se ponga morena. Si este es tu caso, no te tortures y tampoco te pases horas y horas al sol. Tu piel no tiene la protección natural que tienen otras personas. Al fin y al cabo, que la piel coja este tono más oscuro es debido a que la melanina, un pigmento natural, es liberada en más cantidad por parte de los melanócitos (unas células especializadas que encontramos en la piel) y de esta manera tener una mayor capacidad de absorción de la radiación ultravioleta del sol.

Paradójicamente la gente que se pasa muchas horas al sol para coger color (recordad, protección natural) también usa protectores solares. De los protectores solares tendremos que tener en cuenta primero de todo si son respetuosos con el medio ambiente, mucha gente se unta de cremas o aceites y se va directo al mar. Segundo, ¿tenemos claro de que nos protegen? Aunque son efectivos para los rayos UV-B, no lo son tanto para los UV-A. Los rayos UV-A no dejan la sensación de piel quemada pero sí que la dañan, haciendo que aumente el riesgo a sufrir cáncer de piel.

Después también es muy importante tener en cuenta que los protectores solares, igual que cremas y cosméticos convencionales, a menudo contienen disruptores endocrinos. Estas sustancias se comportan como si fueran hormonas cuando realmente no lo son, pudiendo ocupar o bloquear los receptores de las mismas y por lo tanto alterando el delicado sistema endocrino. En este caso, la tiroides seria la que se vería más afectada.

No te pienses que con esto te estoy diciendo que no uses protección, ¿eh? Mi recomendación sería toma el sol de manera gradual, no te expongas durante horas los primeros días. Házlo en tu zona geográfica. La intensidad del sol no es la misma en Barcelona que en Cancún. Si te vas de vacaciones a un país que está más cerca del ecuador necesitarás protección. En este caso elige cremas o aceites respetuosos para tu salud, en tu herbolario de confianza seguro que te asesoran perfectamente. Evita las horas del mediodía donde la intensidad es mayor. No me pongas la excusa de la vitamina D, que nos conocemos… En verano con una exposición de unos quince minutos DIARIOS sin protección es suficiente para sintetizar la cantidad necesaria de esta vitamina. Y recuerda, cuando llegue septiembre valora hacerte una analítica para saber en si la tienes que suplementar durante los meses de otoño e invierno.

¡A disfrutar del verano pero siempre con seguridad!

Marc Serra, psiconeuroinmunólogo.

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